domingo, 16 de septiembre de 2012

¡Mamá, mamá! dejé de comer carne

Domingo 12 del medio dia, almuerzo familiar en la casa de mamá

¡Qué rara estás hija! ¿pasa algo que no se? sabes bien que podes hablar conmigo, como siempre te digo, contás con mi apoyo incondicional pase lo que pase. Nada es tan grave como parece, todo termina, hasta lo malo tiene su fin por más interminable que parezca.
Con estás sabias palabras plagadas de positivismo, a la espera de que fuera homosexual, mamá me invitó engañosamente a contarle mi oscuro secreto. En ese momento cuántos pensamientos de no aceptación pasaron por mi mente, recuerdo que un ingreso de aire me brindó coraje y con el pecho lleno de esperanza expresé las mágicas
palabras: Querida mamá, soy vegetariana... dejé de comer carne, por eso cuando vengo a tu casa sólo como guarnición. Cómo explicar la magia de estás dos palabras, "soy vegetariana". Las dudas existenciales aparecieron como conejos saltando del sombrero, dudas que hasta hoy me acompañan en cada encuentro o reunión social:
¿Vege qué?... vegetariana mamá, como diría Mariano Grondona, del latín "vegetabilis" que significa "vivo" o "animado", viene a describir alimentos hechos de algo "vivo" o "animado". La expresión facial de no compresión me obligó a concluir mi catedrática explicación, resumiendo con la frase "como plantas y no, tampoco como pescado, no es una planta". 
Seguido del sentimiento de confusión o estado de shock paralizante, aclaro al aspirante a vegetariano que esto puede durar horas, días o incluso semanas según la personalidad de cada cual, mamá ingresó al estado de negación y posteriormente al de angustia: Hija esto no puede ser... ¿Cómo vas a reemplazar la carne? ¡las proteínas! ¡el hierro! ¡te vas a morir de anemia!

Aquí, justo aquí, es dónde me pregunto ¿Reemplazar qué?
¿hablarán de la crueldad que encierra o del cáncer de colon que genera? ¿desde cuándo mamá es nutricionista? ¿la chiqui seguirá sin comer en sus almuerzos? Tal vez es vegetariana y la producción no se dio cuenta.

El hierro y la proteína, dos figuras infaltables a la hora de adquirir la canasta familiar básica. El problema grave lo tiene la vaca, qué incansable trabajo, buscar hierro y proteínas por la góndola del campo, seguramente se asesora con Lita de Lazari, de lejos se la ve caminar y caminar. ¿Estará comparando precios?

La naturaleza nos dotó de razón, si la utilizamos podemos analizar que los animales son filtros de la naturaleza, con solo volver a los cuadernos de la primaria dónde la seño explicó la cadena alimenticia. Todos los animales de consumo son vegetarianos, entonces no existe ningún nutriente en los productos animales que no se pueda obtener de una fuente vegetal.

A continuación dejo un mini curso de nutrición y links de lectura recomendados

Para gozar de una buena salud, el cuerpo humano necesita:
  • Carbohidratos y grasas para obtener energía
  • Proteínas para la construcción, mantenimiento y reparación de los tejidos
  • Fibra para una buena digestión
  • Vitaminas
  • Minerales
  • Agua
  • Equilibrio entre ácido y alcalino

Proteínas

Las proteínas son moléculas complejas que son descompuestas por los procesos digestivos de nuestro organismo en sus componentes individuales (aminoácidos) y utilizados posteriormente como ladrillos para construir nuestros tejidos formando nuestras propias proteínas. De los 20 aminoácidos que existen en nuestros alimentos, 11 pueden ser sintetizados por el propio organismo. Los 9 restantes se llaman esenciales y han de obtenerse a través de la dieta. Una dieta variada de cereales, legumbres y verduras proporciona todos los aminoácidos necesarios, sin necesidad de combinarlos de alguna manera especial.

Carbohidratos

Los hidratos de carbono son nuestra principal y más importante fuente de energía y se encuentran presentes en todas las plantas. Existen tres tipos principales: azúcares simples, almidones (azúcares complejos) y la fibra. Los azúcares simples se encuentran en la fruta y el azúcar refinada, de mesa. Lo mejor es evitar los azúcares refinados porque aportan energía pero sin fibra, vitaminas ni minerales. Los azúcares complejos se encuentran en los granos, cereales y algunas verduras de raíz (como la papa). Siempre es mejor consumir no refinados, como el pan integral o el arroz ya que contienen fibra y vitaminas del grupo B. Fibra es vital para una correcta digestión porque proporciona materia sólida que ayuda a los alimentos a desplazarse por los intestinos más deprisa evitando el estreñimiento y la formación de toxinas, ayudando a controlar los niveles de azúcar en sangre y manteniendo niveles bajos de colesterol en sangre, reduciendo así el riesgo de contraer diabetes, enfermedades cardiovasculares y cáncer de colón. La fibra se encuentra en los cereales integrales, en todas las frutas (tanto frescas como deshidratadas) y en las verduras.

Grasas

Existen tres tipos principales de grasas, las saturadas y monoinsaturadas que son elaboradas por el cuerpo a partir de los carbohidratos y por tal motivo no son esenciales en la dieta. Se encuentran principalmente en productos de origen animal y son muy ricas en colesterol. El tercer tipo son las poliinsaturadas que son esenciales, provienen de fuentes vegetales y no contienen colesterol. Demasiada grasa es perjudicial para nuestra salud, pero un poco es necesaria para mantener nuestros tejidos en buen estado, para la producción de hormonas y como portadora de algunas vitaminas. Las grasas están compuestas de elementos más pequeños llamados ácidos grasos (omega 6 y 3), se encuentran en verduras, frutas, frutos secos, cereales y semillas, aceite de girasol, lino, semillas de mostaza, etc.

Minerales

Como ser potasio, sodio, hierro, zinc, selenio, calcio y yodo. Se encuentran ampliamente repartidos en vegetales. Hierro es necesario para los glóbulos rojos de la sangre, se encuentra en los vegetales de hojas verdes, frutos secos (especialmente en pasas e higos), legumbres, semillas, cereales integrales, algas. Hay algo muy importante al momento de ingerir hierro, con la presencia de Vitamina C (de las frutas y verduras crudas) en la misma comida incrementa la absorción del hierro de los alimentos. Calcio es un elemento vital para el correcto funcionamiento de los músculos, para la sangre y los huesos. El calcio se encuentra en las coles, hortalizas de hoja verde (berros, espinacas, lechugas, hinojo, apio, puerros, etc), legumbres y sus derivados, frutos secos especial el higo, semillas (especialmente el sésamo, girasol y quinoa).

Vitaminas

Las vitaminas son unos factores que colaboran con las enzimas para realizar su misión vital en los trabajos de construcción de proteínas y el metabolismo en general. Por eso son esenciales para la salud. Hay dos familias de vitaminas: 
  • Hidrosolubles (se disuelven en agua), que el organismo no puede almacenar y deben consumirse con regularidad, como ser (Vitamina C, Vitaminas del complejo B y el Ácido fólico), se encuentran en hortalizas de hoja verde, en las frutas y en las levaduras.
  • Liposolubles (se disuelven en grasas), que se almacenan en el hígado y no es necesario su consumo diario, como ser (Vitamina E y A) que se encuentran en las verduras anaranjadas, melones y coles. Solo dos vitaminas requieren especial atención la B12 y D.
Vitamina B12 resulta indispensable para la formación de glóbulos rojos y para el crecimiento corporal y regeneración de los tejidos. La vitamina B12 es sintetizada por ciertos microbios unicelulares (bacterias) que están presenten en los productos orgánicos y en los intestinos.
Vitamina D no es realmente una vitamina, sino una hormona elaborada en el interior de nuestro organismo. Se genera cuando la luz del sol incide sobre nuestra piel y activa una sustancia llamada ergosterol, el cual se transforma en vitamina D activa y a medida que circula por la sangre hace posible la absorción del calcio.

Agua

Se necesita una cantidad suficiente de agua pura para que la sangre fluya, las glándulas segreguen sus fluidos vitales y puedan suceder las reacciones químicas de la vida en el seno de las células. Puede ser obtenida de las frutas acuosas y verduras.

Equilibrio entre ácido y alcalino

Un organismo alcalino nunca puede padecer cáncer o enfermedades degenerativas, para estar sanos debemos encontrar el equilibrio entre ácido-alcalino, el cual depende mucho de los alimentos que ingerimos. Por naturaleza el cuerpo humano produce muchos ácidos y menos ácalis. Los ácidos en concentración elevada producen efectos corrosivos en los tejidos humanos. 
  • Alcalinos (Todas las verduras y frutas sobre todo crudas, papa, cereales integrales como el arroz, el mijo, el trigo serraceno. Las almendras, castañas, sésamo, maní, nueces, avellanas. Aceites vegetales extra virgenes. Legumbres como el poroto de soja y aduki. La leche materna para el lactante)
  • Acidificantes (Azúcar refinada, harina blanca, arroz blanco. La leche vacuna, el queso, la carne, embutidos, huevos)

Los seis grupos de alimentos

Se recomienda consumir algún alimento de cada grupo diariamente, aunque tampoco pasa nada si ocasionalmente no se hace así; nuestro organismo posee mecanismos milagrosos para aumentar la absorción de los nutrientes que escasean así como de almacenar muchos de los que están en abundancia. 
  • Cereales integrales: trigo, arroz, maíz, mijo, centeno, cebada, avena, trigo bulgur, quinua/ quinoa, amaranto y almidones (papa, castaña).
  • Legumbres: porotos (aduki, mung, negros, rojos, regina), lentejas, lentejones, garbanzos, arvejas, alubias de todo tipo, soja y derivados (leche de soja, tofu, proteína texturizada, tempeh), alfalfa. Todas las legumbres se pueden germinar y comer sus brotes. Los alimentos germinaron duplican sus propiedades originales.
  • Verduras:  brócoli, coles (por ejemplo de Bruselas), espinacas, acelgas, repollo, lechugas, pepino, endibia, zanahoria, calabazas, batata, zapallos y zapallitos, puerros, cebolla de verdeo, tomates, ajíes de varios colores. Hongos de todo tipo (champignon, portobello, shitake, trufa).
  • Frutos secos: almendra, nuez, avellana, pistacho, maní y semillas (sésamo, chia, lino, girasol, pipas de calabaza), y cualquier derivado (mantecas de frutos secos: pasta de maní, tahín de sésamo/ pasta de sésamo). 
  • Frutas de todo tipo, especialmente cítricos (naranjas, limones) y melones. 
  • Alimentos vitamínicos y minerales: una buena fuente complementaria de minerales como yodo, manganeso, cobre, hierro, etc. son las algas marinas (nori, espirulina, kombu, dulse, wakame, iziki, arame, kelp). Como complemento se recomienda incluir diversas fuentes de vitamina B12 frutas con cascara o bien en forma de cápsula vitamínica o como alimentos enriquecidos (cereales de desayuno, leche de soja, levadura nutricional, vitina).

Referencias:

    RF1: Libro "La dieta ética", de David Román y Estrella Vilaplana)
    RF2: Libro "The China study", del Dr. T. Colin Campbell - Thomas Campbell

Los libros mencionados en las referencias podrás conseguirlos en www.uva.org.ar

¡Gracias Ana!